Diario Oficial del la R:S:S: de Transnístria
Declarado de lectura obligatoria
Brillante inauguración de la Embajada de Transnístria en Botinburgo
Tras ímprobos esfuerzos, larguísimo periodo de tiempo y toneladas de dinero invertido, se ha procedido a la inauguración oficial de la Embajada de la R.S.S. de Transnístria en Españistán, sita en el nº 26 de Busgosstrasse en la ciudad de Botinburgo (antigua Fachander).
El embajador plenipotenciario, camarada Bonaparte O´Leary, y altos funcionarios consulares recibieron en el Muelle de Albareda a las autoridades de la República que vinieron embarcados a bordo del crucero “Aurora”, buque insignia de la Armada Roja de Obreros, Campesinos y Soldados de Transnístria que llegó escoltado por el portaaviones nuclear “Admiral Hektorov” y una flotilla de fragatas.
La Armada de Españistán, semidesguazada, sin combustible y con submarinos gordos; no pudo oponer la menor resistencia y tuvo que “mirar para otro lado” mientras la heroica Armada Popular de Transnístria violaba repetidas veces las aguas territoriales españistanís y todo lo que se pudo violar haciendo mofa, befa y escarnio de la probada ineficacia de las FF.AA. de la Monarquía Bananera españistaní.
Nada más bajar a tierra, el camarada Vladimir Ilich, máximo líder de la República, pronunció una frase para la Historia: “Cuando vuelva, quiero ver esa puta mierda de edificio de Botin hecho escombros”, que fue muy aplaudida por el público concentrado en el muelle.
Acto seguido, la comitiva fue conducida atravesando las calles del centro de la cochambrosa ciudad de Botinburgo al edificio consular mientras sus componentes se burlaban abiertamente de la su alcalde y de la Policía Municipal que no sabía qué hacer.
Llegados a Burgosstrasse, que actualmente es la zona norte de la Plaza del infecto rey Juancar I “ Cadera Campechana”; el carro blindado que conducía a las autoridades se detuvo y tuvo lugar un improvisado mitin al pueblo españistaní congregado para la ocasión, comenzando las intervenciones con el camarada Vladimir Ilich que insultó repetidamente a “Los mamelucos idiotas de gente españistaní, que aún no se han enterado que les han declarado otra guerra civil los (****) que les gobiernan y que les roban hasta la goma de los calzoncillos…”, siendo muy aplaudido por la comitiva transnístria y el resto de concentrados.
Poco después, el camarada embajador Bonaparte O´Leary pronunció un discurso de bienvenida atentamente escuchado por el camarada Comisario del Interior NKVD-KGB-CheKa Lavrenti Pávlovich Beria, que vigila la ortodoxia de pensamientos, palabras, obras y omisiones por nuestro bien.
El camarada O´Leary se dirigió a las presentes ensalzando la trayectoria revolucionaria de los representantes del Soviet Supremo llegados a Botinburgo, y presumió de “no haber cursado invitación alguna a los títeres cleptómanos que forman el gobierno de Españistán, de Kaskarria ni de su capital, Botinburgo”, y que se sentía “honrado de representar a los ciudadanos de Transnístria en este infecto burdel de ciudad de longevísima tradición fascista y burguesa”, (su nombre anterior al golpe de estado protagonizado por Don Emilione, patriarca de la Cosa Nostra kaskarriense, españistaní y mundial fue “Fachander”); pues “un verdadero ciudadano libre de la República Popular Transnístria debe elegir el puesto más difícil y penoso para servir a la Revolución”.
Asimismo, fue expulsado del acto un curioso travesti que interrumpió el acto y que quería “bendecir” el edificio y que dijo llamarse “Avispo”, “Evispo” u “Obispo”. También preguntaba incesantemente que “dónde estaba la mesa de los canapés” y el “vino españistaní” ante la sorpresa primero y la ira después de los concurrentes. Explicado a las autoridades transnístrias por el intérprete que el citado travelo era ni más ni menos que el embajador del Vaticano en Botinburgo, una larga carcajada y múltiples “pedorretas” le recordaron que Transnístria no reconoce a ese estado romano de opereta.
El individuo, cargado de joyas y ataviado con un curioso vestido bordado, quería echar agua al edificio y cobrar una fuerte suma por ello. Fue expulsado del acto por las tropas de la Guardia Roja que controlaban el acto.
Solventado el incidente, se descubrió por parte del camarada Vladimir una placa de titanio traída de las minas del Gulag 17 con el texto:
“К Españistaní разгону: CCP Transnistriskaya антиправительственных демонстраций, продолжающихся jodan в Турции с конца мая, могут подключить армию. Пока с манифестами справляются ondonasky Hostias полицейские. Botingrad, 1 b Nylnñ 2013 сообщает”
“Extranjero españistaní: Este edificio es propiedad de la R.S.S. de Transnístria, así que disfrutemos de la coexistencia pacífica, no toquemos los cojones y vaciles los justos; o habrá hondonadas de hostias. Botinburgo, 1 de Julio de 2013.”
Acto seguido, se sirvió en lugar del afeminado “Vino españistaní” (que, como se sabe, consiste en vinucho débil y pinchos de una masa bien pétrea o bien con huevo roto chorreante y patatas semicrudas llamada “tortilla”); un magnífico “Vodka transnístrio” consistente en tres vagones cisterna de cuatro ejes de vodka, toneladas de encurtidos en vinagre (para conservar el legendario amigable carácter transnistrio) y numerosísimos gin-tonics que hicieron las delicias del público asistente hasta altísimas horas de la madrugada.
Antes de terminar el acto, el camarada Presidente del Soviet Supremo de Transnistria Vladimir Ilich rebautizó en un emotivo acto la plaza del rey “Caderas Campechanas” que queda como se ha dicho justo al Sur del Edificio Consular, con el nombre de un héroe resistente caído en la lucha antimonárquica, el camarada oso “Mitrofán” que fue asesinado vilmente por el indigno Jefe de Estado de la corrupta Españistán mientras bebía vodka y miel. (El citado asesino “Cadera Alegre” no consta lo que bebía, pero conociéndole es muy probable que hasta el agua de los floreros).
Tras los gritos de ordenanza: “Transnístria, Una!. Transnistria, Enorme!. Transnístria, Bruta!” y el Himno Nacional “Transnístria, Patria querida” que fueron decididamente coreados por la asistencia ya visiblemente “entonada” por el líquido de los vagones, la comitiva zarpó de la bahía botinburguesa con rumbo desconocido y el camarada O´Leary se reintegró a su puesto de trabajo desde donde seguirá auxiliando a los ciudadanos transnístrios y conspirando contra el miserable país que lo acoge.
El edificio consular ha sido construido durante dos años y siete meses por prisioneros moldavos de la Guerra de Independencia Transnístria (1992) que, en un alarde de la mítica generosidad y clemencia socialista serán liberados y deportados no bien terminen lo últimos retoques.
Está dotado de las más modernas instalaciones que la tecnología transnístria ha alcanzado, incluyendo residencia diplomática, bar, centro de comunicaciones, bar, hospital clínico, bar, capilla atea, bar, biblioteca, bar, sauna, bar, puticlub, bar, cocina moderna, bar, despensa para resistir muy largo tiempo, bar, etcétera; y cuenta para su defensa contra cualquier enemigo españistaní, israelí o de las fuerzas armadas vaticanas (nuestros tres históricos enemigos) con todo tipo de armas defensivas ultramodernas, desde mosquetes de chispa a “órganos de Stalin” y ICBMs tanto nucleares como bacteriológicos y químicos que, como aseveró el camarada Vladimir en su discurso: “…sirven para enseñar al posible enemigo que `cuidadín, que quema el caldo`, y que ´una hostia es un segundo`, así que al loro y no vacilemos demasiado”-
Informó desde Botinburgo para “PRAVDA” el corresponsal Iossif Visariónovich.
By Nacho 1-7-2013
Ya te vale.
ResponderEliminarEs muy bueno jejeej
Eliminar:-D Esto es el calor...
ResponderEliminarVa a ser eso....
EliminarJorge si un día conoces a Nacho, verás que no es el calor. La historia tiene tela jejeje.
EliminarBruno Un placer leerte, Saludos
Por cierto, estoy esperando la invitación formal a esa embajada, dado que hace muchísimos años que estuve tomando un te, y creo que merece la pena aprovechar y hacer una vertical de cervezas.
ResponderEliminarA ver si aparece Nacho y me manda un msn y nos vemos en la nueva embajada de fachander.