Pasión por la buena restauración, cansados de leer lo mismo de siempre, un punto de vista del propio usuario de restaurantes y compradores de vinos, y demás bebidas. #BeberOCatar, #ApertasDoViño
martes, 24 de marzo de 2015
La Bota de Manzanilla Nº 42: Nos apasiona
Fue el 19 de Noviembre del 2013 cuando os hablamos por primera vez de un producto del Equipo Navazos, os dejamos el enlace aquí. Año y medio más tarde os traemos la bota número 42. 20 Botas después y seguimos igual de apasionados con esta gente.
Hablando con amigos y colegas, muchos nos saltan que es muy cara y bla, bla, bla, pero cuando la puedes disfrutar con calma te das cuenta que para nada su precio es elevado. Está a la altura de la maravilla de manzanilla que podemos disfrutar.
Os quiero dejar unas palabras que escribe la bodega en su web describiendo esta manzanilla, nos ha gustado mucho y queremos compartirlas con vosotros:
"Este vino es la sexta edición procedente de la misma solera que antes protagonizó los números 4, 8, 16, 22 y 32 de la serie "La Bota". De entre todas ellas, es una de las más frescas y alegres (seguramente al sabio don Manuel le habría gustado especialmente, en tanto que para él la manzanilla era, sobre todo, el vino de la alegría). Para seleccionarla, hemos retornado a nuestros toneles favoritos de la más criada solera de manzanilla que albergan las Bodegas M. Sánchez Ayala y en esta ocasión hemos escogido 19 de ellos. Fue precisamente la ubicación de esta casa la que inspiró el nombre con el que bautizamos nuestro proyecto, puesto que nuestro primer vino, el inolvidable La Bota de Amontillado nº 1, provenía de sus edificios bodegueros del Barrio de la Balsa, entre las calles Banda Playa y Divina Pastora, una zona robada al estuario del Guadalquivir a lo largo de los siglos y tradicionalmente rodeada de los hoy casi desaparecidos navazos."
Posee un precioso dorado intenso, nariz maravillosa, envolvente, de esas de las que después de disfrutar los aromas primarios a copa parada, te da por atacar, mover y oler una y otra vez. Esas almendras, esos tostados, ese yodo, esa salinidad que una vez más nos vuelve locos. En boca la acidez está presente pero envolvente, acariciando el paladar, haciendo que salives una y otra vez, que no puedas parar de seguir bebiendo, hasta que la botella se termina (¿Pensamos otra vez en el Magnum?)
La Bota de Manzanilla Nº 42, elegante, sutil, amable. Lo dicho, a veces nos encanta ser repetitivos pero esta manzanilla nos apasiona, queremos más, tendremos que ir a buscar más, porque esto engancha.
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