Otra película interesante
Se trata de una adaptación libre de los recuerdos de una cocinera real que fue contratada en el Elíseo para preparar las comidas privadas del Presidente de Francia, que la pide cocina sencilla y natural cansado de los artificios culinarios que siempre acompañan a las comidas de Estado.
El comienzo es un tanto extraño. Una periodista australiana va a hacer un trabajo a una base científica antártica francesa y encuentra a una mujer entre una población exclusivamente masculina. Pregunta, y la dicen que es la cocinera, y que ha estado tres años en el Palacio del Elíseo siendo cocinera personal del Presidente.
Hortense, la cocinera, la trata con desdén e incluso con hosquedad, y no quiere hablar de su pasado, lo que intriga aún más a la periodista.
Pero, ¿qué hace una mujer que ha cocinado para el mismísimo Presidente de la República francesa en las islas Crozet, (si las buscáis en “Google Earth” veréis que están literalmente donde Cristo perdió el mechero), en el Océano Índico Sur bajo el Círculo Polar Antártico, en una base científica rodeada exclusivamente por hombres que la adoran?.
Naturalmente, no os voy a “reventar” la película. Tendréis que verla.
Y preparaos para ver la gestación y elaboración de platos “sencillos” –en realidad lo son, ella sigue recetas “de pueblo”- que a mi me han hecho salivar y escuchar rugir de tripas.
El desfile de comida excelente, guisada con mimo y con profesionalidad por Hortense Laborie y su ayudante, Nicolas Baubois; hará las delicias de los aficionados al buen yantar e incluso hará apetecible la inmersión en los condenados protocolos, intrigas cortesanas y otras cosas propias del servicio a las (mas) altas autoridades.
Y un detalle básico, Hortense solicita al mismísimo presidente autorización para eludir la férrea “dictadura” de los proveedores y buscar ella misma las materias primas, y la obtiene.
La película es de las que yo considero “Cine Amable”. No tiene más pretensión que hacer pasar al espectador un buen rato (yo lo he hecho), y quiero destacar la cuidadosa ambientación y los escenarios, así como la –digamos- “fotografía gastronómica”, que ha desatado mis más “bajas pasiones”.
Los actores, magníficos. Realmente hay un elenco de actores franceses que son una de mis pequeñas debilidades. Aunque no soy excesivamente fan del cine francés, reconozco que sus actores, o buena parte de ellos, son de lo mejorcito que hay por ahí.
En fin. Una película recomendable para pasar el rato, aprender alguna “cosilla” y deleitarnos con el Arte de la Cocina protagonizada por una mujer todo vitalismo.
By Nacho 28/07/2013
Anotada.
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