Estoy comiendo, momento de relax, pero el teléfono no deja de sonar:
- Buenas tardes, llamaba porque creo que tienen ustedes menú del día ¿verdad?
- Si señor.
- Y ¿qué precio tiene?
- 20 €, i.v.a. incluido
- Ah pues está muy bien. ¿Podemos ir un día 8 amigos a comer?
- Si claro que si, cuando ustedes quieran - le contesto algo extrañado.
- Pues igual vamos la semana que viene.
- Me parece perfecto, pero es bueno que llame antes para reservar.
- Bien, le llamaré. Supongo que podremos elegir para comer...
- Si claro, el menú tiene varios entrantes, segundos y postres donde poder elegir, que cambiamos todos los días.
- No. Me refiero que vamos y pedimos de entrante para todos por ejemplo, un arroz caldoso con marisco y luego un segundo del menú y ya está.
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¿What the f......?
- Me temo que no, señor, para el menú del día se tiene que elegir, lo que hay del menú. Arroz caldoso sería un plato de carta.
- Pero eso costaría algo más de 20 €
- Pues sí claro.
- No sabía, lo normal es que yo elija el plato de entrante y luego lo que haya de segundo.
Increíble, ¿pero este señor alguna vez va a comer el menú del día por ahí? O quizá ¿algún local hace eso? Por ejemplo elija usted el entrante que quiera, y nosotros se lo hacemos como parte del menú del día.
Nada. Paso, no se a donde llegaremos.
De esas ocasiones en las que hubieses deseado no haber levantado el auricular...
ResponderEliminarDaninland y la cosa a veces es peor
ResponderEliminarUn saludo